La población en Ucrania vive con el temor de ser movilizados a la guerra, buscando cualquier método factible para evitar ser llevados al frente. 
La mayoría de los evasores de la movilización obligatoria escapan a Moldavia y Rumanía, y suelen sobornar a las autoridades ucranianas con pagos de entre 3.000 y 10.000 dólares, según reconoció el Servicio Estatal de Fronteras del país.

Conviene recordar que estas cifras son, obviamente, las que quedaron registradas, por lo que no contabilizan a aquellos hombres que sí lograron llegar a otro país, puesto que si lo hicieron es porque no fueron detectados.

Medios occidentales ya informaron que 650.000 ucranianos escaparon de su país huyendo de la movilización.