El país caribeño atraviesa una escalada violenta de pandillas, que aumenta cada día más a causa de la crisis política y social que se vive internamente. 

El primer ministro Ariel Henry, prometió su renuncia desde el exterior luego de un viaje a Kenia del que no pudo retornar a su país, a causa de las bandas criminales que operan sin que se les controle, quienes aprovechando aún más la ausencia de Ariel, buscaron hacerse con sedes del gobierno, aeropuertos, e incluso tomando el control de cárceles del país. 

Para tratar de frenar todo el caos que se vive, Haití a establecido un consejo presidencial de transición conformado por 9 personas, con la intención de restaurar las instituciones democráticas, y eligiendo un nuevo primer ministro.

Si bien se sabe que resolver el desastre que se vive en el país, se llevara mucho tiempo, los haitianos tienen las esperanza de que esto sirva para empezar a tomar el control de la situación y restituir el orden público.